Mi pareja y yo no sabemos manejar el conflicto

Cultura

25.01.2021

 

Desde T`Escoltem, el servicio de apoyo emocional y asesoramiento psicológico para jóvenes, te explicamos "Mi pareja y yo no sabemos manejar el conflicto".

Si necesitas apoyo psicológico puedes solicitar asesoramiento o hacer tu consulta en: https://www.joventut-valencia.es/pagina/26

 

Las relaciones de pareja son un tema complejo. Además de que, actualmente, existen muchos tipos de relaciones de pareja posibles que se pueden establecer, partimos de la base primera y principal de que personas distintas establecen un vínculo que las une. 

 

En las relaciones sentimentales se comparten muchos tipos de experiencias: aficiones, vivencias, planes en común, tiempo a solas y, también, con personas importantes para cada una de las partes. 

 

Además, y no menos importante, generalmente las parejas tienen la intención de mantener su vínculo en el tiempo. Es decir, que una vez se ha establecido la relación como tal, existe un proyecto en común a largo plazo. 

 

Sin embargo, al igual que ocurre con las familias, las diferencias entre las personas que componen la pareja pueden dar lugar a diferentes tipos de conflictos. 

 

Lo primero que debemos asumir es que el conflicto siempre va a estar presente en las relaciones de pareja. El conflicto es algo propio de la condición humana, por lo que lo lógico y esperable es que dos personas que son distintas, chocarán en algún momento. 

 

Los choques entre la pareja no deben ser un motivo de preocupación, a priori. Es decir, entendamos que el enfado es una reacción lógica cuando mi pareja hace algo que me molesta. Aquí, lo que debe preocuparnos es cómo vamos a manifestar ese enfado.

 

Tipos de reacciones al conflicto que no son saludables para la relación

 

A continuación, se presentan algunas categorías que ejemplifican el manejo de situaciones conflictivas que no facilitan la resolución del problema. Son las más comunes y las que, con total probabilidad, los/as lectores/as de este artículo podrán reconocer por haberlas experimentado directamente, en otras personas de su círculo, o bien a través de relatos de ficción: 


 

  • Gritar: No hay ninguna necesidad de levantar la voz cuando alguien se enfada. Si creo que me estoy enfadando y me va a resultar difícil controlar mi tono o expresarme de manera asertiva, es mejor que me tome un espacio para poder calmarme y llegar a ese punto en el que hable con tranquilidad. 
  • Insultar: Entrar al ataque no solucionará el conflicto, sino que lo agravará. Y, además, en el momento en el que se pierde el respeto en la relación, resulta mucho más fácil entrar en dinámicas negativas que arrastren a la pareja a una gestión fallida de sus dificultades. 
  • Ignorar a la otra parte: Si en el momento del conflicto no me encuentro con fuerzas como para hablar, puedo dejarlo claro: “Ahora no quiero hablar de esto, hablemos mañana.” Ignorar a la otra persona es una forma de castigar absolutamente innecesaria, y genera desequilibrios severos en las relaciones de pareja. Hay muchas formas de ignorar que van desde no responder a la persona presencialmente hasta, como me han comentado en más de una ocasión, llegar a bloquear el contacto en un momento de enfado. 
  • Actuar deliberadamente con intención de herir al otro: Romper cosas, desordenar o emprender conductas potencialmente peligrosas para una o ambas partes (consumo de drogas, comportamientos violentos, etc.)
  • Controlar: Enfadarme no puede ser la luz verde para solicitar (o imponer) tener acceso a las redes de mi pareja, por la razón que sea (celos, desconfianza, inseguridad, miedo a la pérdida…) No puedo utilizar cualquier pretexto para intentar controlar lo que mi pareja hace, porque ello implica que estamos construyendo el vínculo sobre unas bases muy turbulentas. 
  • Luz de gas (gaslighting): Un patrón de abuso emocional en el que, ante cualquier evento, se llega a hacer dudar a una de las partes de su criterio o pensamiento, de forma que termina por creer que está perdiendo el juicio. Es una forma de manipulación que puede aparecer en las relaciones y que genera un juego de poder importante en favor del/de la que ejerce la manipulación.

 

Las relaciones de pareja siempre pueden mejorar en la gestión del conflicto si ambas partes se implican en ello. Si consideras que tu relación presenta alguna dificultad específica que te gustaría poder abordar, podemos ayudarte.

Eficiencia energética Espai Jove VLC

Instalación fotovoltaica de placas solares

Info